dimecres, 13 d’abril del 2011

The green wave

Impresionante película, la que vi anoche: The green wave. Una co-producción germano-iraní, sobre las elecciones de este país en el 2009, en las que el fundamentalista Ahmadineyad se enfrentaba al reformista Mousavi.

A través de entrevistas (a gente que se está jugando la cara por aparecer en la película), vídeos de móvil grabados a pie de cañón, emocionantes escritos de blogs y otras imágenes de dibujos animados, que hacen los momentos más duros, menos duros... ¿o al revés, quizás? el director Ali Samadi Ahadi nos trae esta historia que pone los pelos de punta, incluso nos humedece los ojos, de vez en cuando.


La campaña electoral fue una de las más concurridas, con una ola verde siguiendo al líder de la oposición Moussavi. El paro juvenil, los derechos de la mujer y una mejora de las relaciones con Occidente eran algunas de sus propuestas.

Una movilización masiva, optimismo, esperanza y ganas de cambio eran las notas dominantes que acompañaban a estas elecciones que encontraron en las redes sociales (foros, facebook, twitter) el lugar de gestación. Y un color, el verde, que coloreaba a miles de personas, que utilizaban como pulseras, pañuelos, banderas, en coches, puertas, por todos lados.


Sin embargo, las elecciones son amañadas y Ahmadineyad se sale con un 65% de los votos, cuando las encuestas a pie de urna daban un resultado muy ajustado. Ambos candidatos se dicen vencedores y al día siguiente comienzan las manifestaciones de los pro-Mousavis, a las que el gobierno de Ahmadineyad contesta con una violencia brutal. Policías y mercenarios salen con pistola en mano, apalizando a mujeres y niños sin miramiento, o acuchillando desde sus motos al personal que se reunía en la calle.


Mientras tanto, las páginas web son bloqueadas, los envíos de SMS suspendidos, la televisión emite programas de animales, y el Líder Supremo el Ayatolá Jamenei reconoce a Ahmadineyad como legítimo presidente. Hay que mencionar que el Ayatolá es la autoridad máxima de la República Islámica, y selecciona a los candidatos que pueden presentarse en las elecciones (en este caso, fueron sólo 4 de los más de 400 aspirantes) por lo que, en cualquier caso, es muy difícil acabar con el régimen fundamentalista.

Una persecución y represión total a los protestantes, que durante siete días siguen saliendo a la calle a pedir unas elecciones limpias, a pedir democracia, justicia y derechos políticos y sociales.
Cientos de heridos y detenidos, que amontonan en celdas durante días, dónde sólo caben de pie y dónde van cayendo más de uno, después de las brutales palizas que les propagan a cada cuando. Terribles imágenes, y espeluznantes palabras escritas en blogs por esos días, que te hacen ponerte en el lugar de los iraníes y llenarte de empatía.


Ya cómo reflexión, no se hasta que punto creerme todo lo que he visto, cuánta veracidad hay en los hechos. Evidentemente, es un tema que hay que coger con pinzas, no sólo por la distancia quilómetrica, sino por la cultural, y porque la información que tenemos a disposición sobre el tema es escasa, por ello lo que hace falta es propagar este tipo de videos y películas y comenzar el debate. No tengo dudas de que estas protestas, fueron la semilla de la ola de cambio que se está dando en el mundo árabe actualmente.

Por eso cabe preguntarse, ¿qué papel debe jugar Occidente en ella? ¿Por qué no hizo nada hace dos años en Irán, y sí interviene ahora en Libia? ¿Qué puede hacer la sociedad civil frente a un golpe militar? ¿Cuántas vidas hacen falta para parar un golpe de estado? ¿Cuánto tiempo pasa hasta que a los mercenarios, se les pudre el corazón?





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